La grandeza de lo pequeño

Cada uno de los trabajos de Jordi Reixach se convierte en algo tan difícil de calificar como la emoción que produce contemplarlos. 

Reproducir a una escala reducida todo aquello que nos fascina es tan antiguo como la propia humanidad.

Hasta la llegada de las herramientas digitales, el modelado a escala era el primer paso para la creación de cualquier automóvil.

Jordi Reixach artista de creaciones de vehículos míticos a una escala reducida.

Una casualidad-necesidad despertó en Jordi la afición, por las reproducciones a escala. 

La necesidad le llevó hasta el taller de un maestro modelista, Pere Tarragó.

Tarragó le descubrió un universo nuevo y una Montesa Metralla que él mismo había realizado.

Jordi Reixach comenzó así su interés por las reproducciones a escala del más alto nivel.

Pere Tarragó se convirtió en su maestro, su mentor y, por encima de todo, su amigo.

Sus dos primeros trabajos, dos motos que realizó entre 1999 y 2001.

El salto a lo grande fue un primer Hispano Suiza de 1914 que terminó en 2006.

El primer encargo fue un Mercedes 540K de 1936 con el que pasó muchos días tomando medidas a mano de todas y cada una de sus piezas. 

Mercedes 540K a escala terminado

El largo y complicado proceso del “escaneo manual”, pasó al escaneo digital que le permitió reducir a un solo día el tiempo que debía pasar con el vehículo original.

El 356 Carrera Coupé supuso 2.255 horas de trabajo y el Cabrio, 2.500 horas

El siguiente paso, la carrocería en un bloque de resina a partir de todos los datos recopilados, las mediciones de los planos y las fotografías

Jordi Reixach recorta, suelda y moldea con precisión las piezas de chapa de latón que poco a poco van dando forma a la carrocería final.

De su taller salen todas y cada una de las piezas, hasta las más pequeñas, como los logos, los diminutos relojes del salpicadero, el cristal de los faros que realiza con unos pequeños moldes hechos por él mismo o las manetas de las puertas.

 Y lo más sorprendente es que todo funciona, las puertas se abren con su propio mecanismo idéntico al real, las elevalunas manuales suben y bajan las ventanillas y así con cualquier dispositivo.

Los motores son otra historia tan fascinante como el exterior.

Algunos clientes piden el coche sin propulsor para reducir tiempo de entrega y costes.

El promedio es de dos años en realizar uno de sus coches.

Los interiores son cosa de su mujer Mercedes, encargada de los elementos que no están realizados en metal, como tapizados, moquetas y capotas. 

Utilizar cuero es sumamente complicado pues en ese tamaño el grosor de la piel es excesivo .

Cada una de sus miniaturas pesa entre 15 y 20 kilogramos y sus medidas dependen de la escala , pero suelen estar entre los 50 y los 65 centímetros de largo, ya que Jordi trabaja en escala 1:6.

Jordi Reixach ha realizado un total de 9 coches, 2 autobuses y un tractor. Bugatti, Mercedes, Bentley, Ferrari, Hispano Suiza… y, por supuesto, Porsche que es su especialidad.

Es como cerrar un círculo entre los sueños de la infancia y los deseos de la madurez. Dos formas de disfrutar de algo único, a tamaño real y reducido, aunque en los dos casos las emociones que producen sean a gran escala.